miércoles, 31 de agosto de 2011

"Y te encontré… tan lejos y a la vez tan cerquita de mi… Y todo fue tal y como pensé, fácil, ligero… sin pesas ni pesos, sin remordimientos ni reproches. Y te miré a los ojos y en ellos... me vi."

El otro dia, desperte de una reconfortable siesta, de estas de pijama y orinal, de estas largas de las que te despiertas rozando la gilipollez más profunda y mi niña me habia escrito esto. Me dejó tan perplejo y tan fuera de lugar que la verdad, me costo ser expresibo y decirle o hacerle notar en algun gesto de mi cara hasta donde me habian llegado sus palabras. Si alguien me conoce, sabe que siempre me dijeron todo lo contrario, siempre crei que yo era ese contrario, en realidad creo que muchos creen que me conocen y no ven nada mas que la punta del iceberg.

Ella, solo ella, tambien ella, siempre ella, sabe ver la lentejidad de una lenteja, la golosinidad de una golosina.
Ella, ha visto la Dieguicidad de mi, de mi nombre, Diego, mi hombricidad que no hombria, mi valiosidad que no mi valia, mi valentia que aumenta cada dia porque soy pequeño, porque sabe que ahora ya no soy, ahora somos, ahora SOMOS, en mayuscula
si. Ahora somos, fuimos y seremos un solo ser, un solo corazón, un solo cuerpo...

TE AMO MI NIÑA. ERES PRECIOSA POR DENTRO Y POR FUERA.

1 comentario:

  1. Lloriqueé un poco, mal asunto. Solo ella podía hacerlo posible, solo ella pudo domar tu demonio y darle de comer de su mano.Hacerlo su amigo, que se desviva por ella, que le tire el palo y se lo traiga corriendo. Solo a tu demonio, porque luego está el Diego, que no necesita domadora, sino amadora. Seguro que yo, te parto la boca. jajajaj.

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